La navidad en Austria es la fiesta de la familia y se celebra la noche del 24 de diciembre.El símbolo más típico de la Nochebuena es el árbol de Navidad y toda la familia, incluso los abuelos, se reúnen cerca del árbol.
Cuando era una niña los regalos los traía el Niño Jesús y me acuerdo de un toque de campanillas y algún sonido como un susurro de alas.. hoy en día pienso que generalmente en las familias austriacas es Papá Noel quien trae los regalos, pero tampoco se deja ver.
En las últimas décadas la Navidad ha cambiado a un circo comercial de demasiadas cosas, luces, decoración... En Viena los mercadillos de Navidad se encuentran por todas partes, la gente se emborracha por un buen fin con insoportables ponches, la pastelería típica de Navidad, los “Vanillekipferl” (galletas con vainilla en forma de media luna) ya se han probado demasiado...
Como estamos en Viena, una fiesta quiere decir buena comida, pero ya todos comen demasiado. Me pregunto si en las familias, las tradiciones de comida de Navidad se perpetúan Antes las tradiciones eran estrictas: para unos pescado, para otros la oca de navidad.
Otra cosa sospechosa es la costumbre de cantar en las familias y hay muchos recuerdos corales de « Stille Nacht » desafinados.
Veo que mis sentimientos hacia la Navidad están entremezclados. Pero, buscar y encontrar un pequeño regalo para un amigo, estar con los seres queridos, el olor del árbol y de las candelas, hasta los villancicos…el milagro de Navidad - alegría y amor - puede siempre suceder.
de Monique, grupo de conversación de español.
Yo creo que la navidad y los días previos de la misma son muy bonitos. Hay unos mercadillos maravillosos, donde puedes beber los punchs que son muy reconfortantes y hay mucho ambiente, a pesar del frío.
ResponderEliminarAdemás las galletas son artesanas y el Ayuntamiento organiza talleres para enseñar a eleborarlas y los niños y niñas se lo pasan en grande con esta actividad. En casa igualmen te se hacen y se comparten con los amigos y amigas. A mí me gusta mucho la navidad austríaca y el año pasado también disfrutamos del fin de año con el vals del Danubio azul y los fuegos artificiales. Fue muy bonito y estas tradiciones deben conservarse. Valen la pena.